miércoles, 22 de octubre de 2014

LA ÚLTIMA NOCHE DE VÍCTOR ROS, de Jerónimo Tristante



Empezamos la temporada 2014-15, la duodécima de nuestro club, con la cuarta entrega, y última por ahora, de la serie protagonizada por Víctor Ros, un policía y después detective privado que investiga casos que tienen lugar en la España de finales del siglo XIX.

LA ÚLTIMA NOCHE DE VÍCTOR ROS relata la resolución de un asesinato ocurrido en Oviedo, a donde acude nuestro protagonista y donde se reúnen personajes de sus novelas anteriores: su mujer, su ahijado Eduardo, la mala Bárbara Miranda y su habitual galería de personajes de todas las clases sociales.

Al éxito literario de la saga se le va a unir en breve (principios de 2015?) la proyección en TVE de una serie basada en los libros de Jerónimo Tristate protagonizados por Víctor Ros.

Más:

En Un lector indiscreto
En Videochat con Jerónimo Tristante en laVerdad.es el 14 de abril de 2014
En Mis detectives favorit@s
Su blog personal en La Verdad


VICTOR ROS - TVE + MOVISTAR TV / Press Trailer from Martin Cappelletti on Vimeo.

Después de la reunión.

Algunos compañeros dicen que, por lo menos, conocían  quién era el asesino desde la página 13. Yo también leí esas páginas, y también supuse que era importante la primera aparición de la archi-rival de Víctor Ros, Bárbara Miranda, pero, me pregunto, ¿quién se acuerda? Cuando el lector ya está enfrascado en la resolución del asesinato, 300 páginas después, ya casi ni eres consciente que la/el  asesina/o aparecía en el un primer capítulo. La frase anterior contiene spoilers, conviene olvidarla rápidamente.
En esta novela, como en muchas otras, es muy importante la voluntad del lector por dejarse atrapar.  Sin duda va a influir en  la valoración el talante con el que se enfrente cada uno  a la novela. Esa es la clave de las sagas y de las series, muchos detalles ya se conocen y, por lo tanto, es más fácil seguir la trama, pero, por el contrario,  el corsé que rodea una serie, personajes que se repiten, argumentos que parecen forzados, puede aburrir a un lector avezado.
Habíamos leído en el Club “El misterio de la Casa Aranda” y era inevitable contrastar esta entrega de los casos de VÍctor Ros con el libro que acabábamos de leer.
La controversia siempre es la misma; ¿es mejor?, ¿es peor?
En el lado positivo es evidente que se aprecia en Tristante un mayor dominio de la técnica narrativa. Estructura muy bien la trama, la dosifica para que el lector no se despiste ni se sienta defraudado. Predomina el diálogo frente a la descripción, por lo que la lectura es muy ágil. Las frases son cortas y se utiliza estilo directo. También resulta curioso que, en una novela ambientada en el  siglo XIX, esté narrada completamente en presente. El uso del presente dota al texto de una vitalidad y de una rapidez que hace que te leas la novela en un pis pas.
En la parte negativa llegamos a coincidir que la trama era demasiado liviana, que los personajes son demasiado planos, sobre todo Víctor Ros, frio y distante ahora que es detective privado. A todos nos pareció que era un remedo demasiado evidente de Sherlock Holmes, algo que el autor se encarga en recordarnos de vez en cuando y con poco acierto.
La ambientación, el Oviedo en el que se desarrolla la novela, tampoco es que sea determinante. Puede ser Oviedo o cualquier otra ciudad donde se beba sidra o se coma fabada o arroz con leche. Con esta dinámica podemos esperar que la siguiente novela de Tristante se ubique en Valencia, en Sevilla, en Bilbao …., sin ningún problema, en cualquier caso.
Lo peor, sin duda, nos ha parecido el personaje de su joven ayudante, Eduardo, inverosímil en sus actos investigatorios y repelente en su relación con la niña a la que enamora. ¿A qué estrategia de marketing se deberá la aparición de este personaje? ¿Acaso es el nieto perfecto que todas las abuelas quisieran tener?
Si como novela policíaca o de misterio se nos queda un poco floja, como ejemplo de actualización del folletín decimonónico cumple de sobra. El autor confiesa que se acerca al folletín en muchas de sus obras, un género que él reivindica y que va como anillo al dedo a  próxima programación televisiva de una serie basada en su personaje, el detective decimonónico Víctor Ros.
La respuesta de Jerónimo Tristante a la siguiente pregunta aclara bastante sus intenciones:
“¿Priorizas sobre todo el entretenimiento ante el rigor literario?
Una cosa no está reñida con la otra en absoluto. No publico con una editorial de barrio, si las novelas de Víctor no tuvieran calidad literaria no habrían siquiera pasado el filtro de un lector, de un agente. Ahora, sí que me preocupa que el lector no se me escape, quiero atraparlos desde la primera a la última página, eso es lo que hace un cuenta cuentos como yo.”

Juan Prieto


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