viernes, 7 de noviembre de 2014

EL RELATO, de Ursula K. Le Guin


 "Los gobiernos totalitarios y las religiones fundamentalistas operan con el mismo objetivo, reemplazando la búsqueda de la verdad por una respuesta incuestionable y castigando a los que cuestionan. Aunque el mundo ficticio de El Relato y sus peculiares costumbres no tienen relación alguna con la China antigua o moderna, tanto esa sociedad como la ”Tierra futura” de la que proviene su heroína, reflejan ciertas tendencias y pasiones políticas y religiosas de nuestra propia Tierra en el cambio de milenio. El Futuro, en la ficción, no suele ser más que un modo de mirar el Presente.

El Ecumen es un compendio de planetas hermanados, la Tierra su origen. Sutty es la protagonista de esta historia que narra su particular viaje por el planeta Aka. Un mundo en el que, desde la llegada de los terranos hace 50 años, han modificado sus costumbres, su política, sus libertades. Ella se lanza a la búsqueda de “El Relato” que es el todo de los akanos y al que muchos de ellos no quieren renunciar."

Premio Locus y Endeavour 2001

http://sideravisus.wordpress.com/2010/11/21/el-relato-le-guin-ursula-k/

Leeremos esta novela en formato ebook.

Después de la reunión:

"El Relato" es un curioso título para una novela. No hace referencia, aunque parezca lo contrario, a ningún género literario, si no que se refiere al hecho o la acción de relatar, the elling en inglés.
En la novela de UKLG "El Relato", así, con mayúsculas, es una especie de doctrina, de corpus religioso que profesan los seguidores de una religión prohibida y perseguida. De esto trata la novela, de intransigencia religiosa y de totalitarismo político.
Es inevitable leer la novela y no dejar de pensar que UKLG se refiere al Tibet y a la presión que sobre este territorio ejerce, o más bien ejerció en la etapa de la Revolución Cultural, el gobierno dela República Popular China. Este es un lastre que, posiblemente motivado por la cercania de la autora hacia el taoismo, impide que el lector fantasee con mundos remotos. Está todo demasiado pegado al suelo de la realidad y de la reivindicación política y religiosa.  De esta forma UKLG se alía del lado de los oprimidos, de los habitantes de AKA que siguen las enseñanzas de El Relato, y que diluyen sus manifestaciones públicas reeligiosas ante la presión de la política imperante que prohibe la práctica religiosa de todo tipo.
Bajo esta premisa se desarrolla el argumento, simple en su trama pero muy complicadode entender porque la autora se emplea a fondo en que el lector no se sienta seguro y dude si entiende de qué va lo que está leyendo, o no.
Si el prólogo (China, el Tibet..) fuera al final, o si las veinte últimas página (la explicación lógica de los orígenes de la trama) fuesen al principio, todo sería más comprensible y evitaría que más de un lector abandonase desesperado tras unos primeros capítulos que pesan sobre una losa.
Ya habréis percibido que "El Relato" no es una novela escapista, ni siquiera es una novela de ciencia ficción, porque de ciencia tiene poco. Es una novela que exige mucha atención, donde se presentan diferentes formas de organizar una sociedad, un mundo, un planeta, en forma de parábola, y en la que se contiene una buena parte de moralina (de echo algunos miembros del club piensan en ella como una utopía).
Sutty, su protagonista, enviada del gobierno del Ecumen, es una verdadera heroina y una perfecta funcionaria en su misión investigadora. Muestra una sexualidad abierta, la defensa del desarrollo sostenible frente al progreso sin control, se siente interesada y atraida por una sociedad más espiritual que material. Pero al final cumple su objetivo de informar de los valores de una civilización o de una sociedad que se creían perdidos y que el gobierno se apresta a salvaguardar.
Juan Prieto





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