http://www.revistadelibros.com/articulos/la-propia-vida
Comentaremos el libro el 19 de marzo.
Más información sobre la obra y Rosa Regás:
- Fundamentalismo, trangresión y espejamiento de las protagonistas femeninas en La canción de Dorotea de Rosa Regàs http://www.ucm.es/info/especulo/numero25/r_regas.html
- En la Biblioteca Pública de Huelva http://www.juntadeandalucia.es/cultura/opencms/export/download/bibhuelva/La-cancion-de-Dorotea-Regas.pdf
- La crítica de Félix Romeo en Revista de Libros http://www.revistadelibros.com/articulos/la-propia-vida
- Su web personal http://www.rosaregas.net
- Una crítica despiadada de la novela http://www.literaturas.com/v010/sec0402/libros/cua0401-01.htm
- Entrevista en Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid 2002 http://www.ucm.es/info/especulo/numero19/regas.htm
Después de la reunión:
Juan Prieto
No son los Premios Planeta los mejores lugares para disfrutar de libros que lleven el calificativo de “novela gótica” o “suspense” o “intriga”, por mucho que la publicidad hable de novela de intriga y vértigo contenido. Diseñados para llegar y gustar a públicos amplios los Premios Planeta tienen mucho de convencional y de previsible.
Por desgracia lo previsible se cumple en las últimas cien páginas de esta novela y desinfla una trama donde la tensión llega hasta el terror (la escena en la que Aurelia, encerrada en su casa para protegerse de las amenazas desconocidas tras expulsar a Adelita-Dorotea y su familia de la finca, pasa la noche temiendo que el mal o la venganza entre por cualquier puerta o ventana mal cerrada)
Hasta ahí llega una relación entre las dos mujeres que el lector advierte como turbulenta desde sus inicios. Con mano firme y experta la autora nos convence de que algo oscuro existe tras la eficacia servil y la compleja personalidad de Adelita-Dorotea. Todos lo advertimos menos su señora, Aurelia, perdido el control de la casa en sus continuas idas y venidas a Madrid.
Y lo que es mejor, aumenta el suspense en progresión creciente cuando desaparece una sortija de gran valor, Adelita-Dorotea es la ladrona evidente y la acción se desarrolla en una serie de situaciones irreales con el protagonismo de policías, guardias civiles y abogados. Parece que todos son marionetas en manos de algo o alguien que ni siquiera los lectores podemos intuir.
Pero, de repente, se disuelve la historia de la profesora Aurelia, evidentemente insatisfecha en su vida personal, y su criada Adela-Dorotea como un azucarillo en el café, y deja finalmente un regusto insípido en una novela que prometía.
Adela (la criada)-Dorotea (la prostituta) y su familia pueden parecer fascinantes, pero son sólo unos pobres desgraciados. El misterio de la sortija robada se explica por meras actitudes mafiosas de las autoridades, y todo se resuelve a trompicones mientras la protagonista, Aurelia, cae rendida ante uno de los galanes menos atractivos que recuerdo, el hombre del sombrero negro.
Julio Fernández Borja
1.- ¿Novela gótica actual? No entiendo así; si acaso novela de misterio actual. Una intriga surrealista más que policial; pero es una intriga que me enganchó ya que me hizo intentar solucionar el misterio y sobretodo descubrir el por qué del comportamiento tan extraño de Adelita.
2.- ¿Es una novela de mujeres? Las descripciones completas de las mujeres frente a las pequeñas pinceladas de los hombres; la complejidad de las conductas y comportamiento de las protagonistas frente a la forma lineal de actuar de los hombres; un hombre no habría perdonado el robo ni actuaría así al final.
3.- El principio del libro es impactante con la descripción no sólo física de Adelita; la estás viendo en la mobylette dándole al puño.
4.- Se lee con facilidad, sobre todo cuando se relatan acontecimientos; es un poco más lento de leer cuando se recrea en los pensamientos, sentimientos y sueños de Aurelia.
5.- El capítulo de los vendedores de máquinas de coser (dentro de todas las licencias literarias para que se pueda desarrollar la novela) no se lo cree ni la autora.
6.- Dos ideas que toca de pasada: la dificultad de la gente de ciudad para adaptarse a la vida del campo y el desencanto de la gente de izquierdas después de que los socialistas llegaran al poder.
7.- El final es abierto, parece que está sin terminan; un final que puede parecer por amor, aunque yo creo que (además de que está fascinada enajenada por los actos que le han contado los vendedores de máquinas de coser) es porque la protagonista se ha dado cuenta de su vida ha trascurrido sin pena ni gloria, sin fuste.
Juan Prieto
No son los Premios Planeta los mejores lugares para disfrutar de libros que lleven el calificativo de “novela gótica” o “suspense” o “intriga”, por mucho que la publicidad hable de novela de intriga y vértigo contenido. Diseñados para llegar y gustar a públicos amplios los Premios Planeta tienen mucho de convencional y de previsible.
Por desgracia lo previsible se cumple en las últimas cien páginas de esta novela y desinfla una trama donde la tensión llega hasta el terror (la escena en la que Aurelia, encerrada en su casa para protegerse de las amenazas desconocidas tras expulsar a Adelita-Dorotea y su familia de la finca, pasa la noche temiendo que el mal o la venganza entre por cualquier puerta o ventana mal cerrada)
Hasta ahí llega una relación entre las dos mujeres que el lector advierte como turbulenta desde sus inicios. Con mano firme y experta la autora nos convence de que algo oscuro existe tras la eficacia servil y la compleja personalidad de Adelita-Dorotea. Todos lo advertimos menos su señora, Aurelia, perdido el control de la casa en sus continuas idas y venidas a Madrid.
Y lo que es mejor, aumenta el suspense en progresión creciente cuando desaparece una sortija de gran valor, Adelita-Dorotea es la ladrona evidente y la acción se desarrolla en una serie de situaciones irreales con el protagonismo de policías, guardias civiles y abogados. Parece que todos son marionetas en manos de algo o alguien que ni siquiera los lectores podemos intuir.
Pero, de repente, se disuelve la historia de la profesora Aurelia, evidentemente insatisfecha en su vida personal, y su criada Adela-Dorotea como un azucarillo en el café, y deja finalmente un regusto insípido en una novela que prometía.
Adela (la criada)-Dorotea (la prostituta) y su familia pueden parecer fascinantes, pero son sólo unos pobres desgraciados. El misterio de la sortija robada se explica por meras actitudes mafiosas de las autoridades, y todo se resuelve a trompicones mientras la protagonista, Aurelia, cae rendida ante uno de los galanes menos atractivos que recuerdo, el hombre del sombrero negro.
Julio Fernández Borja
1.- ¿Novela gótica actual? No entiendo así; si acaso novela de misterio actual. Una intriga surrealista más que policial; pero es una intriga que me enganchó ya que me hizo intentar solucionar el misterio y sobretodo descubrir el por qué del comportamiento tan extraño de Adelita.
2.- ¿Es una novela de mujeres? Las descripciones completas de las mujeres frente a las pequeñas pinceladas de los hombres; la complejidad de las conductas y comportamiento de las protagonistas frente a la forma lineal de actuar de los hombres; un hombre no habría perdonado el robo ni actuaría así al final.
3.- El principio del libro es impactante con la descripción no sólo física de Adelita; la estás viendo en la mobylette dándole al puño.
4.- Se lee con facilidad, sobre todo cuando se relatan acontecimientos; es un poco más lento de leer cuando se recrea en los pensamientos, sentimientos y sueños de Aurelia.
5.- El capítulo de los vendedores de máquinas de coser (dentro de todas las licencias literarias para que se pueda desarrollar la novela) no se lo cree ni la autora.
6.- Dos ideas que toca de pasada: la dificultad de la gente de ciudad para adaptarse a la vida del campo y el desencanto de la gente de izquierdas después de que los socialistas llegaran al poder.
7.- El final es abierto, parece que está sin terminan; un final que puede parecer por amor, aunque yo creo que (además de que está fascinada enajenada por los actos que le han contado los vendedores de máquinas de coser) es porque la protagonista se ha dado cuenta de su vida ha trascurrido sin pena ni gloria, sin fuste.
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