Mañana día 22 de abril nos volveremos a reunir para comentar la novela "Los Renglones Torcidos de Dios" de Torcuato Luca de Tena y entregaremos una nueva lectura, esta vez un clásico de la novela de aventuras, Tom Sawyer de Mark Twain. Debemos agradecer el préstamo al I.E.S. Sierra del Segura, en Elche de la Sierra.
Considerada una de las obras cumbre de la literatura universal, Tom Sawyer trata sobre las aventuras de un chico huérfano que vive junto a su tía a orillas del río Misisipi.
El propio autor hablaba así de su obra:
"La mayor parte de las aventuras registradas en este libro sucedieron en la realidad; una o dos de ellas fueron experiencias propias, el resto lo fueron de muchachos compañeros míos de colegio. Huck Finn está tomado de la vida real; Tom Sawyer también, pero no de un solo individuo: es una combinación de las características de tres muchachos que conocía y pertenece, por tanto, al orden compuesto de la arquitectura.
Todas las singulares supersticiones a que se hace alusión eran comunes entre los niños y esclavos del Oeste en la época de esta historia, es decir, hace treinta o cuarenta años.
Si bien mi libro tiene por objeto principal entretener a los niños, espero que no será eludido por hombres y mujeres por esa razón, ya que, parte de mi plan, ha sido tratar de recordar en forma placentera a los adultos lo que una vez fueron ellos mismos, y cómo sintieron, pensaron y hablaron, y qué empresas raras solían acometer a veces."
Hartford, 1876.
Mark Twain.
Samuel Langhorne Clemens, conocido por el seudónimo de Mark Twain (Florida, Misuri, 30 de noviembre de 1835 – Redding, Connecticut, 21 de abril de 1910), fue un popular escritor, orador y humorista estadounidense. Escribió obras de gran éxito como El príncipe y el mendigo o Un yanqui en la corte del Rey Arturo, pero es conocido sobre todo por su novela Las aventuras de Tom Sawyer y su secuela Las aventuras de Huckleberry Finn.
Twain creció en Hannibal (Misuri), lugar que utilizaría como escenario para las aventuras Tom Sawyer y Huckleberry Finn. Trabajó como aprendiz de un impresor y como cajista, y participó en la redacción de artículos para el periódico de su hermano mayor Orion. Después de trabajar como impresor en varias ciudades, se hizo piloto navegante en el río Misisipi, trabajó con poco éxito en la minería del oro, y retornó al periodismo. Como reportero, escribió una historia humorística, La célebre rana saltarina del condado de Calaveras (1865), que se hizo muy popular y atrajo la atención hacia su persona a escala nacional, y sus libros de viajes también fueron bien acogidos.
Entre las múltiples versiones cinematográficas y de dibujos animados destacamos esta versión en color, en Technicolor, de 1938, dirigida por Norman Taurog.
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