"En resumen: "una novela excepcional que ha dado lugar a una película excepcional", como escribió en su día Magie Gee, del 'Times Literary Supplement, "pero en el balance final, debemos decir que el libro es aún mejor que la película", añadió. Amén. ¿Y por qué cerrar filas ante tal y tan rotunda afirmación? Porque su lectura le agarra a uno del pescuezo como si el mismísimo espíritu burlón de Faulkner hubiese poseído desde su infierno de bourbon el portátil en el que escribe un James Ellroy sin miedo a bucear en los rincones oscuros de los demás. Relato negrísimo como el sobaco de un grillo que -para su desgracia o redención, eso nunca se sabrá- tuvo que sucumbir ante el éxito desmesurado de su adaptación cinematográfica. Novela de culto que ha sido arrumbada en la periferia del género al que pertenece a causa de su extraña condición.
¿Lo mejor? Su personaje protagonista. De hecho, es el propio Davis Grubb quien añade un peculiar IVA a su historia al ofrecernos el retrato de Harry Powell, más conocido como el Predicador, un 'hijoputa' de largo recorrido que lleva tatuadas las palabras 'amor' en los dedos de una mano y 'odio' en la otra. Uno de esos paletos con instintos de psicópata veterano que, sin lugar a dudas, puede escupir a la cara -o tratar de tú a tú- al Nick Corey que nunca se cansa de patear culos en el '1.280 almas' 'jimthompsonianas' o al Popeye 'amante' de las hortalizas del 'Santuario faulkneriano'.
Bastardo surreal, enajenado villano, experto estafador, iluminado sin muchas luces, 'serial killer' tomado demasiado en serio, diabólico ogro que no muestra ningún reparo en aterrorizar de modo despiadado y atroz a dos niños pequeños a cambio de un fajo de billetes. Diabólico reverendo cuyo concepto de Dios y del pecado muestran lagunas imposibles de drenar. Su interpretación de la biblia va más allá de lo literal. Mucho más allá. Basta con conocerlo un poco."
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/17/novelanegra/1297947965.html
Comentaremos el libro el 4 de abril.
Más información en:
- María José Lucerga Pérez. El bien, el mal y la mirada del otro. La construcción de la imagen en LA NOCHE DEL CAZADOR.
- Artículo en El Mundo: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/17/novelanegra/1297947965.html
El libro fue llevado al cine por Charles Laughton en 1955.
Después de la reunión:
Ángela Herreros ya avisaba en el Facebook de El Grito de la sencillez y de la fuerza de la novela y de que le parecía mejor todavía que la película.
Sobre la comparación entre el libro y la película hubo en la reunión opiniones para todos los gustos, lo que dice mucho en favor de una novela que es mucho menos conocida que su transposición cinematográfica. El rasgo más diferenciador tal vez sea que no tiene ese aire de fábula, de cuento, que planea en la película de Charles Laughton.
Davis Grubb habla de la intransigencia y del fanatismo religioso, de la miseria que permite que unos niños se escapen de su casa y de su pueblo y viajen por el río Ohio escapando de un psicópata, asesino en serie, predicador reprimido de pacotilla y asesino de su madre. En fin, habla de la lucha entre el Bien y el Mal, protagonizados por los niños John y Pearl y por el predicador Harry Powell.
Lo más curioso fue las distintas interpretaciones del personaje de la viuda Rachel Cooper, que acoge y defiende finalmente a los niños. Para unos es un personaje blando y superfluo que vira la novela hacia la ñoñería. Para otros es un personaje imprescindible, fuerte, pragmático y realista, que conoce las flaquezas humanas y que se rebela contra las injusticias.
De cualquier forma, uno de los mejores libros de la temporada. Por unanimidad.
123 La Noche Del Cazador
Acabo de ver la película. Ya la había visto antes pero no recordaba lo buena que era.
ResponderEliminarY el libro no le va a la zaga
ResponderEliminarJJ
ResponderEliminarUna obra maestra, como la película. Enganchas el libro y no quieres soltarlo.
Salu2
Sin duda Harry Powell, el Predicador, es uno de los malos malísimos más inquietantes con los que me he encontrado en los libros. Un psicópata en toda regla. Pero, como alguien comentaba en la reunión, no es demasiado inteligente. Se deja llevar por su furia en momentos clave para lograr sus objetivos.
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