lunes, 23 de enero de 2012

VIOLETAS DE MARZO de Philip Kerr

"Para mí, Philip Kerr está en el nivel más alto de la literatura policial o criminal de la actualidad. Para empezar, precisamente por esta trilogía berlinesa, que luego fue aumentando hasta completar seis títulos, donde crea a un detective que lo hace vivir y trabajar en pleno régimen nazi o a las consecuencias del régimen hitleriano. Nadie lo había hecho hasta él, sobre todo con la inmersión absoluta que él maneja y que permite al lector sentir que pasea por la vida cotidiana de aquel tiempo de aquel espacio. Pero sobre todo está su exquisita calidad, a nivel de los grandes autores de la novela policial, como Hammet o Chandler. Ha construido poderosas aventuras detectivesca, con impecables descripciones de la época y tramas perfectamente armadas. Y ha construido un nuevo detective para incrustarlo en la mitología del género: Bernie Gunther. Violetas de marzo se desarrolla en el Berlín de 1936. Bernie Gunther es un ex-policía (que obtuvo gran notoriedad cuando resolvió el caso de un estrangulador llamado Gormann) de la Kripo especializado en la localización de personas desaparecidas, sobre todo judíos, lo que es esas fechas (cuando se preparan los Juegos Olímpicos) es una ocupación verdaderamente lucrativa en la Alemania pre-bélica. En Violetas de Marzo Gunther es contratado por un importante empresario del acero que le encarga una doble misión: descubrir al asesino de su hija y su yerno (un alto cargo de las SS), y recuperar un collar de diamantes robado durante el asesinato. Lo que inicialmente parece ser un caso relacionado con el mercado negro y el hampa se convertirá para Gunther en una inmersión en las peligrosas luchas de poder existentes entre las diferentes facciones del Partido Nazi. Una peligrosa investigación que obligará a Gunther a trabajar tanto para el Primer Ministro Hermann Goering como para el general de las SS, Reinhard Heydrich, lugarteniente de Himmler."
Victor Claudín 

. Muchas gracias a la Biblioteca Regional de Castilla-La Mancha (Toledo) por prestarnos el libro. Lo comentaremos el 6 de febrero.

. Más información:
. Después de la reunión. Comentarios de los miembros del club.

Ana Turégano
Me ha gustado mucho. Buen guión y bien escrita. Como  casi todas las novelas negras cifra parte de su atractivo en la personalidad del personaje principal (policía, detective... etc.) y la de Gunther, ex policía, cumple con todos los requisitos para gustarnos. Es sarcástico, valiente, bocazas, chulo y cínico de buen corazón. Tampoco se casa con nadie, ni nazis, ni rusos. Por ponerle alguna pega, no creo que en Berlín, en 1936, se pudiera manejar él con tanta soltura.
La trama es un poco enrevesada con tanta lucha de poder entre las diferentes facciones del nazismo y tanto nombre alemán imposible. Creo que su autor, escocés de nacimiento, está muy bien documentado y nos da una idea de lo que empezó a ser Alemania después del triunfo de Hitler, con su tristeza, su horror y sus campos de concentración; por eso se extiende un poco en la trama cuando ya tenía todas las pistas.
 En definitiva el argumento y el final me han enganchado y gustado bastante. 

José Juan Peinado
Ya he leído la novela. Diría que es una "hard boiled". Y el protagonista, un tío duro a lo Philip Marlow. No le falta a la novela un cierto sentido del humor, me ha gustado mucho, me ha enganchado. Tiene ritmo. Incluso he vuelto a tomar notas (el número de página hace referencia a la edición de RBA de 2009):

SA: los camisas pardas.
Luther Kirche: iglesia luterana
Jägger: cazador
Stürmer - delantero
KZ - campo de concentración

p. 43: ..."me desperté con un sabor a bragas de puta en la boca".
p. 44: descripción de Gruber (pocero, minero) y su forma de andar.
p. 71: la primera vez que un duro detective privado, en vez de empezar con güisqui, desayuna sus copos de avena (le falta el Colacao).
p. 73: En Canal de la Historia se decía que Lindberg exageró el potencial aéreo alemán y que eso acobardó un poco a los aliados ante los abusos de Alemania (finalmente resultó que Alemania no tenía bombarderos pesados, y que sus cazas  de largo alcance...)
p. 80: U-Bahn=Metro, el S-Bahn es el de tren de toda la vida.
p. 85: ¿ácido hidroclórico? ¿no será clorhídrico?.
p.147: ojos fríos y pacientes como mejillones en escabeche
p.149: la Walter PPK 9mm era una birria de pistola, la que usaba 007.
p. 153: "... y las cucarachas una fea tos..."
p. 157: Curioso lo de los tubos neumáticos en un puticlúb. En fin, Alemania, pura técnica.
p. 189: Primero a Ilse Rudel, y ahora una morenaza. Este no para de tirarse tías buenas, a diferencia de P. Marlow y de Sam Spade.
p. 205: Brandemburger Tor : La puerta (el portal) de Brandemburgo.
p. 226: "...Bernie... deja de amasar palabras y bésame..." - a mí me gustaría que Megan Fox, o Charlize Thèron,  me dijeran algo así.

Julio Fernández Borja
Novela negra en la Alemania de 1936. Situada en el tiempo de Hitler y la preparación de las Olimpiadas de Berlín. El término de Violetas de Marzo es con el que se refieren los nazis a los últimos alemanes que se pasan al partido nazi.
Lo que más me ha gustado ha sido el principio y el final (los cuatro primeros capítulos y los cuatro últimos); la parte central me ha resultado algo pesada y difícil de seguir por la gran cantidad de personajes implicados (además con esos nombres tan complicados para los españoles).
Del personaje principal, el detective Bernie Gunter, cuatro cosillas: su humor negro que no siempre causa risa; un poco cínico (me recuerda a Marlowe); la gran cantidad de ayuda que recibe por parte de antiguos compañeros (forense, antiguos compañeros de la poli, periodista) o la gente nueva que va conociendo; el éxito con las chicas o de las chicas con él (sólo se le escapa la secretaria viuda), su desmedido afán por explicarnos todo el callejero de Berlín y por describir a todos los personajes a los que va conociendo.
Como novedad, para mí, los líos, envidias y venganzas entre los distintos estamentos policiales de Hitler (SS, Gestapo, Kripo, Asociaciones varias: Frente alemán del trabajo, Fuerza por la alegría, … ), y de los dirigentes de estos estamentos.
Me han resultado algunas frases cargantes como: 
“Era tal el tamaño de la dipsómana barriga del epónimo propietario”
“Estaba todo tan silencioso como la savia de un árbol de caucho envuelto para regalo. … la puerta se abría para revelar la cabeza levantina y la redondeada espalda de Farraj”
“.. la boca fue como un cruce del maya temprano y el gótico tardío.”
“Escondidos bajo la capucha de de unas cejas del tamaño y la forma de dos torres Eiffel horizontales, sus ojos … un iris similar a un lápiz roto”
  
Lorenzo Hernández Coca
Estupendo libro. Novela negra pura. 
Gunther es un detective único, con un irónico sentido del humor, acido y mordaz. Te ríes todo lo que quieres y más. Es la mezcla de un tipo genuino, honrado, en el marco histórico de la época del nazismo alemán de Hitler.
Gunther es rebelde y trasgresor pero el sistema lineal y cerrado del nacionalsocialismo lo tiene agarrado y le obliga a amoldarse a la circunstancias aunque él no quiera. Es totalmente imposible escapar y tiene que coger los casos a la fuerza. La novela tiene una gran fuerza descriptiva. El ritmo es muy bueno, aunque por la mitad pierde algo, pero no te hace perder el interés en ningún momento. El final del libro en Dachau es espectacular. Los personajes son entrañables y duros y todos válidos. Novela totalmente recomendable. 
Yo estoy leyendo las dos siguientes. 

Fermín González Andujar
Phipip Kerr ha creado un personaje llamado a protagonizar una saga cinematográfica con enjundia, y no esas bazofias prefabricadas de Millenium o semejantes. Al más puro estilo de los clásicos norteamericanos, a los que incluso cita con admiración en labios de algún personaje, Berharndt Gunther es un tipo duro, pragmático y seguro de sí mismo, como tiene que ser un detective; aunque ello no le impida tener amigos hasta en el infierno, ser mordaz con lo sicarios del sistema y hasta enamorarse, en definitiva, ser vulnerable, lo cual lo hace más cercano a nosotros.
Lo mejor del protagonista son sus reflexiones para describir personajes o situaciones, auténticas frases lapidarias merecedoras de grabarse en piedra, aunque se disuelvan en el humo de los cigarrillo y en los vapores del schnapps (lo que quiera que sea ese brebaje) que trasiega.
No me termina de convencer la última parte de la novela, cuando es recluido en el campo de concentración: me parece un poco fuera de lugar, pues ya a lo largo de la trama nos ha quedado claro que los nazis son los malos, sobre todo ese paseo por las atrocidades de Dachau –si bien resulta trágico por su realismo –creo que podría entonar mejor en una novela diferente. Quiero decir que un detective privado no tiene por qué participar directamente de los acontecimientos más destacados de su época para mostrárnosla en toda su crudeza: resulta un tanto artificioso.
Pero, en conjunto, cuatro estrellas para este detective alemán, del que no estaría mal saber algo más en próximas entregas.


136 Violetas de Marzo

Puedes leer más libros de Philip Kerr:
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