jueves, 7 de abril de 2022

LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS, de Karel Kapek

 
Leído el 6 de abril.

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Tres partes bien diferentes: PRIMERA: Una novela de aventuras: J. van Torch es un capitán de barco dedicado al comercio de perlas descubre, en los mares el sur, unos “diablos marinos” a los que temen los indígenas a los que “usaban” para la recolección de las perlas. Estos monstruos submarinos resultan ser unos anfibios (SALAMANDRAS) que pueden caminar sobre las patas traseras, pueden utilizar herramientas con las delanteras, incluso aprenden a hablar. El capitán convence al empresario G. H. Bondy, para hacer comercio con las Salamandras como mano de obra barata para realizar tareas en el medio acuático.
SEGUNDA: A partir de recortes de periódico y apuntes coleccionados por el señor Povondra (portero y mayordomo del empresario G. H. Bondy) se narran con mucho humor (además de aspectos científicos, filosóficos, religiosos y sociales de las Salamandras) los principales acontecimientos y consecuencias económicas que van ocurriendo en todo el mundo con las tareas y construcciones que han ido realizando las Salamandras)
TERCERA: Coincide con el título del libro. La población mundial de Salamandras ha aumentado de forma exponencial y necesitan muchas mas costas para vivir. Las Salamandras comienzan a volar partes de países costeros para aumentar los kilómetros de costas que ellas necesitan para tanta población.
Es importante señalar que el libro se publicó en 1936, el periodo entreguerras, cuando Hitler está al mando de Alemania y parece que está aventurando lo que ocurrirá después.
Toca muchos temas que siguen de actualidad a principios del siglo XXI:
- Los problemas raciales.
- Los problemas por diferencias religiosas y/o culturales.
- Globalización.
- El desarrollo armamentístico.
- Los nuevos esclavos (por el trabajo).
- La influencia de los medios de comunicación.
- El papel de los humanos en la degradación del planeta.
- Derechos de los animales.

JULIO

LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS
Karel CapeK (1936) 
Las salamandras, descubiertas por pescadores de perlas, son criaturas anfibias, que también pueden vivir fuera del agua, “del tamaño de un niño de diez años, casi negras. En el agua nadan, pero en el fondo andan sobre las patas traseras, contoneándose, tin tan, tin tan, siempre tin tan. Tienen manos parecidas a la de los niños, pero con cuatro dedos. Una cola parecida a la de los peces, pero sin aletas, y una cabezota redonda”. Se multiplican rápidamente, pues la fecundación no se produce por copulación sino por el “ambiente sexual”, es decir por un cambio químico en el ambiente donde un solo macho fecunda en un solo acto a cientos de hembras.
En seguida los humanos ven en ellas una gran oportunidad de negocio, dadas sus cualidades anfibias y terrestres, lo que las hace óptimas para pescar perlas, a cambio de las ostras, que son como golosinas para ellas. Posteriormente, las utilizarán como constructoras de instalaciones acuáticas, nuevas costas, continentes, diques, terraplenes, rompeolas, canales y puertos.
Con el tiempo, los humanos van introduciendo a las salamandras en la sociedad. Lo que provoca que las distintas ideologías, políticas, culturales y religiosas, tomen postura sobre si son meros objetos de producción, o deben regularse sus derechos y obligaciones, de cómo debe ser su nivel educativo, si solo enseñarles lo básico, a leer y escribir o incorporarlas incluso en la universidad, si tienen alma o no, si hay que bautizarlas o no, si deben seguir andando por el mundo desnudas, si deben constituirse o no en nación, y naturalmente se les busca una religión, como la fe a la “Gran Salamandra”, o el “Culto a Moloch”, que no cala entre las salamandras, pero si entre la gente en las grandes ciudades, que levantan templos para su culto. 
Con el trabajo de las salamandras, los países entran en una dinámica de construcciones acuáticas, con nuevas costas y continentes. La ambición por tener más territorio provoca conflictos, por lo que los países empiezan a utilizar a las salamandras como soldados, dándoles armas, bombas, torpedos para hundir barcos, para defender las costas
, y se construyen fortalezas submarinas. 
En medio de este conflicto, en Alemania se detecta que las salamandras del Báltico tienen algunas peculiaridades que las hace distintas de las demás salamandras, pues tienen la piel más clara, caminan más rectas y tienen un cráneo más grande, por lo que se las considera como una raza superior de salamandra, frente a las “degeneradas salamandras mediterráneas, poco desarrolladas moral y físicamente, o las salamandras salvajes tropicales”. Por lo que, para poder desarrollar a las nuevas generaciones de salamandras superiores, es necesario extender las costas, crear más colonias, tener más mares. Por lo que se crea un fuerte ejercito de salamandras del báltico (cinco millones), preparadas para luchar con “fanatismo, con “la calculada técnica y la terrible disciplina de una verdadera salamandra prusiana”.
En medio de este expansionismo, las salamandras ya son veinte mil millones, unas diez veces más que el total de la humanidad, y también necesitan más espacio para vivir. Las condiciones para la tormenta perfecta están sobre la mesa, todo está servido para el comienzo de la guerra de las salamandras.
La novela que podemos encuadrar dentro de la novela de ciencia ficción, con tintes político-sociales, y con un final distópico, está escrita en la antesala de la segunda guerra mundial, plasmando los conflictos, que trae consigo el expansionismo del territorio, los nacionalismos, la creencia de ser una raza superior, el belicismo, lo que hace que sea una novela muy actual, haciendo reflexionar al lector. Como dice, en la novela, “Míster X”, “La humanidad tiene la culpa. Naciones, razas, clases, no pueden vivir continuamente juntas sin fastidiarse y agobiarse mutuamente, hasta llegar a la intolerancia”. “Lo más terrible es que han multiplicado ese tipo práctico, tonto y suficiente de la mediocridad civilizada”. “No es casualidad que las salamandras hayan aparecido en la vida precisamente en la época en que la enfermedad crónica de la Humanidad, este gran organismo mal desarrollado y que se desmorona continuamente, está en la agonía”.
PEPE

LA GUERRA DE LAS SALAMANDRAS- K. ČAPEK
La obra más conocida de Karel Čapek es una distopía que parte del hallazgo de unas salamandras de tamaño ligeramente inferior al humano pero de inteligencia comparable a la nuestra. Estas salamandras viven en los mares del Sur y tienen una cultura muy primitiva.
A partir de su hallazgo y explotación como mano de obra ocurren una serie de acontecimientos, que desembocan en la casi completa destrucción del hábitat humano. 
Durante el desarrollo de la historia  el autor describe con ironía la actitud de la  humanidad, y es inevitable encontrar paralelismos de la narración con nuestra historia. Y es que  K Čapek  no deja títere con cabeza, pues no sólo critica de forma general a la humanidad, en su conjunto o por países (se ceba especialmente con la Alemania nazi) o sistemas  políticos (imperialismo, capitalismo sin control) , sino por grupos sociales y por colectivos; donde ataca sobre todo a los científicos (ambición y falta de escrúpulos ). 
Esta obra fue escrita en 1936 y tiene el interés añadido de proporcionar el modo de pensar de la sociedad de esa época.
La forma en que está escrita es muy original,  pues aparte de la típica narración con diálogos  hay informes,  recortes de periódicos,  titulares de prensa, artículos científicos y periodísticos;  esto está muy bien aprovechado en la edición de "Zorro Rojo ", ilustrada por Hans Ticha.
JOSE.

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