jueves, 7 de abril de 2022

LOS DESPOSEIDOS, de Ursula K. Le Guin

Leído el 16 de marzo.

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Úrsula Kroeber Le Guin (1929-2018), la gran dama de la ciencia ficción, es una gran y prolífica escritora estadounidense que empezó a escribir a los once años de edad, y que pudo publicar su primer libro (El mundo de Rocannon) en 1964, cuando ya llevaba escritos cinco libros, pues escribir ciencia ficción, y encima por una mujer, en los años cuarenta, era bastante insólito, pero ella luchó contra los prejuicios existentes y supo ganarse el respeto del mundo literario, llegando a obtener los más importantes premios del género (Hugo, Nébula, Locus, Júpiter, Prometheus y el National Book Award), y nombrada Gran Maestre por la Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos, siendo la primera mujer en obtener esta distinción.

Entre sus obras más  importantes se encuentran: La mano izquierda de la oscuridad (1967), El nombre del mundo es Bosque (1973) Los desposeídos (1974), y la saga de Terramar ( Un mago de Terramar (1968), Las tumbas de Atuan (1972), La costa más lejana (1974), Tehanu (1990) y En el otro viento (2001).

Le Guin, es una escritora comprometida, que plasma en sus novelas de ciencia ficción y fantasía, su carácter rebelde, desbordando imaginación, con una gran calidad literaria, planteando cuestiones y problemas morales, filosóficos, sociales, políticos, feministas, ecologistas, etc., en definitiva, todo aquello que afecta al ser humano y a la sociedad, en su evolución, con una clara visión del futuro, haciendo reflexionar al lector.

La novela “Los desposeídos”, cuyo título original era “Los desposeídos: una utopía ambigua”, comienza diciendo “Había un muro. No parecía importante. Una línea, una idea de frontera…….Al igual que todos los muros era ambiguo, bifacético. Lo que había dentro o fuera de él, dependía del lado en que uno se encontraba”.

En el pasado, en el planeta “Urras” se produce la sublevación de un movimiento anarquista, cuya líder es la filósofa “Odo”, por lo que los sublevados se les denomina “odonianos”, los cuales                 terminan exiliados en “Anarres (luna de Urras), lugar desértico, donde se instalan y empiezan de cero, creando una nueva sociedad utópica, anarquista, donde no existe la propiedad, ni el dinero, ni leyes, con plena libertad sexual, plena igualdad entre hombres y mujeres, creando un lenguaje propio (pravico) en el que se evitan los posesivos, así no se dice “esto es mío y aquello es tuyo”, sino “yo uso esto y tu usas aquello”, y donde el trabajo está en función de las necesidades de la colectividad. En tanto que Urras, es prácticamente un paraíso, con agua, bosques, grandes ciudades, donde todo esta jerarquizado, y el dinero, el poder, y el estatus social, es el sistema establecido (La propiedad).

El protagonista de la novela es Shevek, físico de Anarres, anarquista convencido, que está elaborando “Los principios de la simultaneidad”, lo cual permitirá llevar a cabo comunicaciones interestelares de forma simultánea, que siente que en Anarres no puede avanzar en sus investigaciones y que su trabajo no está considerado, por lo que decide romper con el aislamiento de “Anarres”, y decide viajar a Urras, teniendo la esperanza de que puede unir ambos mundos “Quiero solidaridad humana, quiero intercambio libre entre Urras y Anarres”. 

Su estancia en Urras, le permitirán ver la otra cara de la moneda, comparar ambos mundos, llegando a la conclusión, que ambos tienen su lado oscuro, que no son perfectos, pues en Anarres, no existen leyes ni gobiernos, pero se sustituyen por la presión social, el repudio, donde la cooperación se ha transformado en obediencia, donde una sociedad idealista se ha convertido en una sociedad práctica, “Que tiene de idealista la cooperación social, la ayuda mutua, cuando no hay otro medio de sobrevivir”, dice Shevek. Y Urras, donde todo es prosperidad, abundancia, aparente felicidad, pero donde la libertad plena no existe, donde la desigualdad tanto entre hombres y mujeres como de clases sociales es patente, con una parte de la población pobre y marginada, que nadie quiere ver. “No hay nada en lo que no intervenga el lucro y el miedo a perder, y el ansia de poder”. 

Dos planetas hermanos, dos sistemas políticos y sociales opuestos, que tienen miedo a contaminarse uno de las ideas del otro, y viceversa, por lo que se aíslan “detrás del muro”, viviendo realmente en una “cárcel”, que no les deja salir y avanzar hacia un posible sistema cercano a la utopía.

Estamos, ante una gran novela, que debe leerse con tranquilidad, que nos hace reflexionar, sobre importantes cuestiones, que afectan a la moral, la política, la sociología, la ecología, el feminismo, la lucha de clases, la utopía, poniendo en tela de juicio las ideologías que se creen inmutables, perfectas y carentes de autocrítica, que se aíslan entre sus “muros”, impidiendo la verdadera libertad.

PEPE

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