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"Cuando terminé de leer esta novela, me plantee
como calificarla, si como irreverente, provocativa, inmoral, demencial, y en
verdad es que es todo eso y mucho más, Es como si el autor a través del protagonista
Allen Smith, joven negro de madre blanca, hubiera vomitado sus frustraciones,
angustias, impotencia, y puesto al desnudo una serie de estereotipos, deseos
inconfesables, y prejuicios, latentes y ocultos bajo un gran manto de
hipocresía, y que cuando salen a la luz, con la crudeza de la realidad,
levantan ampollas en alguna que otra conciencia.
Allen no deja títere con cabeza, atacando y
ridiculizando, principalmente, a los negros, sobre todo a los que han mejorado
su status, y los ridiculiza cuando pone la forma de hablar de los negros
serviles y sin cultura, al estilo de lo que el viento se llevó. Mostrando a la
mujer negra como una mujer fácil que se tira a cualquiera. Aquí algunas de las
perlas que les dedica: “No me importaría un carajo que todos los negros hijos
de puta del país se murieran de almorranas sangrantes”. “No sé por qué los
negros le dan tanta importancia a la mierda del pelo y a las gafas de sol. Es
todo cuanto necesitan. Gafas y pelo y ya tenemos al rey de la mierda”. “No me extraña
que la gente se ría de los negros y los desprecie. Estos estúpidos hijos de
puta con pretensiones nos dejan mal a todos”. “Todo ese rollo de la cultura
negra es para palurdos”.
Se tocan temas delicados como la sodomía o el
incesto. Así como, su vida marcada por su complejo de Edipo, siendo un
impotente para otras mujeres que no sea su madre. Por lo que es una novela que
con la mirada censora de algunos grupos de presión actuales, estaría prohibida,
al tocar temas como la raza, la identidad sexual, el sexo explícito, el
incesto, la relación sexual entre una madre y su hijo, el maltrato a la mujer,
etc.
Es una novela que no deja indiferente, que
levanta en el lector una fuerte necesidad de partirle la cara al protagonista,
por ser como el mismo se define “un hijo de puta, no adulterado, cien por cien
puro”, y que en algún momento se puede tener la tentación de ser con él
condescendiente, al saber de los abusos sexuales sufridos desde niño, llevados
a cabo por su madre, y los problemas que ha tenido por ser un negro de madre
blanca.
Tal vez sea cierto que el entorno influye en que
el protagonista sea tan despreciable, pues como el mismo dice “Si uno nace en
una orilla de mierda, sin otro material a mano, ese tiene que ser el que
utilice para construir sus castillos de hadas”
Pepe
"Narrada desde el punto de vista del protagonista
-Allen- me resulta un tanto enervante al principio; el motivo es que Allen se
muestra desquiciado e iracundo -histriónico-, e incluso especialmente borde con
su madre, sin motivo aparente. Avanzada la novela se ve la explicación.
Allen es el hijo mestizo de una madre blanca muy
atractiva, en una época en la que las relaciones interraciales aún podían ser
un problema en EE.UU. Además, es un adolescente extremadamente inteligente, pero intolerante con los comportamientos que desaprueba:
-.El racismo elitista de los negros con éxito
entre los blancos, que validan el supremacismo blanco.
-.Los comportamientos de los negros que
confirman sus estereotipos negativos.
-.El incesto y el uso del sexo como herramienta
de manipulación.
-.La homosexualidad.
Los pensamientos de Allen están expresados con
maestría, el autor hace gala de una prosa excelente. La resolución, quizá, es
un tanto brusca.
Las maquinaciones de Allen contra los demás
personajes no dejan títere con cabeza, me recuerdan a las del sheriff corrupto
y gandul de "1280 Almas"; la relación tóxica de Allen con su madre, a
la del protagonista de "Los timadores" con su madre.
En resumen, una novela interesante y bien
escrita."
Jose
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